La importancia de ventilar y cómo hacerlo correctamente
Ventilar la casa, abrir bien todas las ventanas y dejar que entre (y salga) el aire y la luz…una buena costumbre que hacían nuestras abuelas y que nosotros estamos perdiendo.
Quizá pensamos que tenemos mucho que perder (el calor), o que el aire exterior es peor que el que tenemos dentro de nuestro dulce hogar, pero, ¿es cierta esta percepción?.
La realidad es muy diferente. Y no es solamente el CO2 que liberamos al respirar; según numerosos estudios, entre ellos el realizado por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU, en el interior de las viviendas hay entre 5 y 10 veces más productos tóxicos que en el exterior, salvo que vivamos en una zona afectada por radiación nuclear, claro. Sí, yo también puse esa cara cuando me enteré!!.
Desde sustancias como el formaldehído, presente en los barnices y colas de los muebles, pasando por sustancias muy tóxicas procedentes de los materiales de construcción que se van liberando lentamente con el tiempo.
El humo de las velas hechas de parafina (con lo que me gustan a mí!) también es cancerígeno. Las sustancias procedentes de la combustión de estufas y chimeneas, el humo del tabaco, los residuos de productos químicos de limpieza, hongos, bacterias y ácaros que se acumulan en baños y alfombras y un larguísimo etcétera que es mejor no pensar.
Por ello, es tan importante que ventilemos nuestra casa, para renovar el aire y evitar que estas sustancias se acumulen hasta concentraciones demasiado elevadas.
Es comprensible que respirar aire limpio, oxigenado y libre de concentraciones altas de sustancias nocivas hace que nos sintamos mejor, más vitales y más tranquilos, porque nuestro cuerpo no está en alerta ante estos agentes, porque nuestros pulmones funcionan mejor y nuestro cerebro está mejor oxigenado. En definitiva, nos sentimos mejor en casa.
Pero, ¿hay una manera correcta de ventilar o basta con abrir unos minutos el dormitorio?
Pues sí, hay maneras y maneras. No basta con abrir un ratito y ya está.
Para conseguir «barrer» todas estas sustancias y así conseguir un ambiente saludable, es necesario tener en cuenta varias cosas:
- Es imprescindible generar una ventilación cruzada, es decir, que haya corriente de aire abriendo ventanas opuestas. Si conseguimos este tipo de ventilación, la diferencia de temperatura y de presión hará ese «efecto escoba» mejor y más rápido.
- Es importante ventilar a diario.
- La mejor hora para hacerlo es la primera de la mañana, porque es cuando acumulamos mayor concentración de CO2 en el interior y al mismo tiempo, hay menos en el exterior.
- Al menos necesitaremos abrir las ventanas durante 20 minutos (también en invierno) para que el aire de una estancia de tamaño medio renueve todo el volumen de aire que alberga.
Así que desde aquí os animo ( y yo estoy en ello también) a reducir el número de sustancias tóxicas que entran en nuestra casa: materiales, pinturas, productos de limpieza y por supuesto tabaco!.
Espero que os haya parecido interesante. Hasta la próxima!